Teníamos muchas ganas de ir a visitarla, siempre que pasábamos por delante comentábamos cuándo podríamos ir y por fin el pasado viernes 24 de marzo tuvimos el enorme placer de adentrarnos en su historia, de la mano de uno de los arqueólogos del proyecto que nos explicó cada detalle.
La cisterna data del s. XVI, para acceder a ella se tiene que bajar por unos 32 escalones de piedra que dan acceso y nos permiten ver toda la capacidad hidráulica de la cisterna, dos arcos que apoyan en un gran pilar, y una fuente la cual permitía que la población llenara sus botijos y recipientes de la fresca agua de la cisterna.
La cisterna, nos contaban, se llenaba a través de la Acequia Primera, que se limpiaba previamente. Esto se realizaba la primera luna nueva del mes de enero, nos quedamos con las ganas de saber el motivo, aunque reflexionando sobre ello nos dimos cuenta que es cercana la fecha de celebración del patrón del pueblo, San Sebastián. En ella se puede ver las letras IHS con una cruz y un clavo, lo cual indicaba que el agua estaba bendecida.
También pudimos ver como la cisterna fue refugio antiaéreo durante la Guerra Civil. Como posteriormente fue enterrada por considerarla en desuso y por la construcción de carreteras. Impactante escuchar testimonios de personas que vivieron aquello, familias del pueblo que hacían uso de la cisterna para abastecerse de agua y luego bajar a ella como refugio, su tristeza al ver como quedaba enterrada y su alegría al volverla a recuperar.
Desde PRISMA Pobla de Vallbona
animamos a todas las personas a que vengan a visitarla. Para ello se necesita
cita previa, reservando plaza en el tlf. 96 276 35 13
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